¿Debemos replantearnos las estrategias utilizadas en el manejo del dolor musculoesquelético no traumático?

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Recientemente se publicaba un Editorial en el British Journal of Sport Medicine (Lewis J. & O’Sullivan P., 2018), en el que los autores reflexionan sobre el abordaje del dolor musculoesquelético.

La mayoría de los problemas musculoesqueléticos no traumáticos, especialmente aquellos con tendencia a la cronificación, no presentan un diagnóstico claro que explique el dolor y la incapacidad. De hecho, si tomamos como referencia los resultados obtenidos en pruebas de imagen, como la resonancia magnética, observamos como son altamente frecuente en sujetos sin dolor alguno.

Por otra parte, se ha fomentado por parte de profesionales diagnosticar condiciones inexistentes o difíciles de detectar (como desviaciones o desalineamientos), fomentando y desarrollando paradigmas de tratamiento, como la corrección de posturas o descompensaciones.

Como consecuencia, de manera frecuente se ha abordado el dolor de origen musculoesquelético con intervenciones pasivas, que prometen una solución rápida, con una mínima implicación por parte del paciente.

Sin embargo, la evidencia muestra que estas alteraciones son cada vez más prevalentes, discapacitantes, y resistentes a estas modalidades de tratamiento.

¿Debemos replantearnos el cuidado del dolor musculoesquelético? Indudablemente, parece necesario alinear la evidencia con la práctica clínica.

En ese sentido, los autores proponen la necesidad de establecer planes o estrategias de control del dolor, que contengan las siguientes claves:

  • EMPODERAMIENTO y AUTOEFICACIA: hacer participe y parte activa al paciente en su recuperación, ofreciéndole soporte y herramientas para la autogestión de su problema
  • ALIANZA TERAPÉUTICA: toma de decisiones compartidas, teniendo en cuenta los objetivos y metas del paciente
  • EDUCACIÓN
  • EJERCICIO y ESTILO DE VIDA: introducir la programación de actividad física graduada, hábitos de vida saludables en cuanto alimentación, descanso, control del estrés, el tabaquismo, etc

Para concluir, es importante señalar que las terapias pasivas son complementarias a este enfoque.  Pero debemos partir de la base de que no existen soluciones mágicas, sino intervenciones individualizadas, centradas en el paciente.

Lewis, J., & O’Sullivan, P. (2018). Is it time to reframe how we care for people with non-traumatic musculoskeletal pain? Br J Sports Med. https://doi.org/10.1136/bjsports-2018-099198

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