Cuando un paciente con dolor acude a la consulta de Fisioterapia es muy común que un fisioterapeuta valore y proporcione recomendaciones sobre como adoptar una “postura óptima”. Pero…, ¿en qué nos basamos los fisioterapeutas para ello?, ¿existe consenso entre nosotros o algún gold standard? ¿cómo influyen las creencias del fisioterapeuta en esto?
Recientemente, Korakakis et al. (2018), con Peter O’Sullivan y Kieran O’Sullivan como coautores, han publicado los resultados de un estudio de diseño transversal llevado a cabo a través de una encuesta online, con el objetivo de determinar las creencias de los fisioterapeutas con respecto a la “postura óptima” en sedestación y bipedestación.
Para ello, seleccionaron a 544 fisioterapeutas, que debían que elegir la posición óptima para sentarse (a elegir entre 7 posibles) y para estar de pie (a elegir entre 5 posibles), proporcionando además una justificación de su elección.
Las posturas en sedestación con los números 2, 4 y 5, que aparecen en la Imagen A, fueron las más seleccionadas (el 95,7% de los fisioterapeutas marcó una de estas tres). El 70,5% de los fisioterapeutas eligió como “postura óptima” posiciones que implicaban un mantenimiento de la lordosis lumbar en sedestación, mientras que sólo el 28,9% escogió posturas con menor curva lordótica.
Las posturas en bipedestación más seleccionadas fueron la número 4 y 5 que aparecen en la imagen B (el 98,2% del total de fisioterapeutas eligió una de las dos posturas, las cuales no incluían la posición de la cabeza adelantada.
Otro hallazgo interesante que encontraron en su investigación fue que, el 93,5% de los fisioterapeutas cree que la educación postural es importante en la práctica clínica.
Los resultados de este estudio reflejan una falta de consenso sobre la “postura óptima”, aunque las posiciones por las que optaron tienen en común que son variaciones de la postura erguida en la cual se mantienen las curvas lordóticas.
Parece haber una fuerte tendencia entre los fisioterapeutas a creer que la postura óptima en sedestación incluye una posición recta con lordosis lumbar, la región torácica relativamente relajada y la cabeza retraída en lugar de estar adelantada.
En bipedestación, la mayoría de los fisioterapeutas eligieron las posturas que no incluían flexión torácica ni la cabeza adelantada, en base a principios biomecánicos como la alineación con la línea de gravedad y el balance sagital “óptimo”.
La razón principal de los fisioterapeutas para seleccionar una postura fue en base a sus creencias, asociadas a ideales y estereotipos de carácter biomecánico.
Los autores sugieren que estas creencias probablemente influyan en la práctica clínica y en la reeducación postural que los fisioterapeutas ofrecen a los pacientes, a pesar de que no hay de pruebas sólidas que nos indiquen que alguna postura en concreto es la causa del dolor. Tampoco existen pruebas de que alguna postura específica pueda prevenir la aparición de dolor o vaya a proporcionar mejores resultados en la resolución del proceso. No obstante, la reeducación postural puede desempeñar un papel en el manejo del dolor en algunos pacientes.
Por último, los autores destacan que estas creencias generalizadas y estereotipadas sobre la “postura óptima” pueden basarse más en opiniones clínicas dominantes, que en la evidencia científica actual que existe sobre este tema.
Korakakis, V., O’Sullivan, K., O’Sullivan, P. B., Evagelinou, V., Sotiralis, Y., Sideris, A., … & Giakas, G. (2018). Physiotherapist perceptions of optimal sitting and standing posture. Musculoskeletal Science and Practice. 17;39:24-31. https://doi.org/10.1016/j.msksp.2018.11.004